martes, 10 de febrero de 2015

Arte Paleocristiano (Introducción)

Antes que nada, quiero pedir disculpas a mis lectores por mi tardanza (es que tengo que atender mis obligaciones como estudiante de 2º de Derecho). Ha sido una tardanza motivada por mis obligaciones personales e intelectuales y por diversas circunstancias. Pero aquí estoy, dando una visión más o menos general de las diversas etapas de la Historia del Arte.

Siguiendo cierto orden cronológico del blog (que más adelante adjuntaré), después de la visión general ofrecida por este blog del arte romano, ahora corresponde proporcionar otra visión general del arte Paleocristiano, que es un estilo intermedio entre el arte romano y el arte medieval.

El arte Paleocristiano se desarrolló durante los primeros seis siglos de la era cristiana (hasta s.VI d.C),
pero con el matiz de que a partir de la caída del Imperio Romano (s.IV d.C) ya se llama arte Paleocristiano-Bizantino (de este se hablará en una entrada aparte).

Este movimiento artístico recibe su nombre por provenir de las primeras comunidades cristianas que se asentaron en Roma. En esa época, el Cristianismo y todo lo relacionado con él estaba fuertemente perseguido, por ello los cristianos debían celebrar sus reuniones en lugares secretos y ocultos a la vista de la población de la ciudad, o por lo menos, identificados de tal manera que solo los que fueran cristianos pudieran reconocer.

Un hecho importante en la evolución de este estilo fue la promulgación del Edicto de Milán, en el año 313, que permitió a los cristianos la libre expresión de su culto, así como la libertad religiosa en todos los rincones del Imperio.

Esa persecución anterior al Edicto de Milán, originó un estilo artístico único y de gran originalidad, así como cargado de un gran simbolismo, que a día de hoy, sigue siendo un referente en la iconografía cristiana.

Asimismo, y a modo de conclusión, cabe destacar que, como la inmensa mayoría de los movimientos y estilos artísticos, este estilo fue el reflejo de la evolución de la sociedad romana, de su ascenso y caída, así como de la crisis moral y de identidad a que se vio sometida tras la caída del Imperio.